Un crucero de la compañía Norwegian Cruise Line, que se dirigía al glaciar Hubbard en Alaska con unos 2.000 pasajeros a bordo, sufrió daños el pasado sábado tras chocar con un pequeño iceberg, lo que le obligó a cancelar el resto del viaje.
Según un portavoz de la empresa, el barco se vio envuelto en una densa niebla, lo que limitó la visibilidad y provocó el choque.
El crucero sigue funcionando y regresará a velocidad reducida a la ciudad estadounidense de Seattle, donde será reparado.
Noticia original de RT en Español.