
Altos cargos en la Policía serán nombrados por Fortaleza si el Negociado sale de Seguridad Pública
La senadora María de Lourdes Santiago Negrón le votó en contra a la medida y aseguró que se busca politizar a la uniformada
A pesar de que el Senado aprobó el martes el proyecto que sacaría el Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) del Departamento de Seguridad Pública (DSP), la legisladora independentista María de Lourdes Santiago Negrón sostuvo que dicha acción politizará a la uniformada, puesto que los cargos de alto rango serán nombrados por el poder ejecutivo.
Una buena parte de los legisladores en el hemiciclo votaron a favor del Proyecto de la Cámara 406 (que originalmente era un proyecto de administración), aunque la medida deberá volver a dicho cuerpo legislativo para que concurran luego de las múltiples enmiendas que recibió y que fueron aprobadas en la cámara alta.
La senadora reconoció que, en efecto, hay unanimidad en torno al desmantelamiento del DSP, ya que incumplió con la encomienda de eliminar la burocracia y generar ahorros.
“Todos los altos mandos o medianos, desde inspector hasta coronel, inspector, comandante, teniente coronel y coronel, todos van a ser designados por Fortaleza, va a ser una designación del gobernador o gobernadora. Pero no solo eso, actualmente la estructura que existe en el Departamento de Seguridad Pública, el Negociado funciona con la siguiente jerarquía: está el superintendente, luego están los superintendentes asociados y los auxiliares. Y actualmente esos asociados y auxiliares los designan, en el caso de Joseph González, él como superintendente. Pero con estas enmiendas en lo que sería la nueva ley de la policía, también los superintendentes asociados, que tienen amplísimas facultades operacionales y administrativas, también van a ser nombrados por la gobernadora“, detalló la senadora en Pega’os en la Mañana.
Santiago Negrón señaló que dicha movida supone una burla al hecho de que oficiales puedan subir de rango por mérito y no por una elección que responda a una movida política por quien ocupe el cargo de la gobernación.
“Es, además, una manera de conculcar cualquier facultad que tenga un superintendente porque va a tener allí instalada a la gobernadora y a personas que le van a responder a quien les nombró“, agregó al asegurar que también le votó en contra la medida, puesto que consideró que se quedó corta en atender otros problemas al interior del cuerpo policíaco, como la falta de profesionalización y la forma en que se resuelven las querellas.
“Es preocupante que teniendo la oportunidad de reformular la forma de reclutamiento y de ascenso en la policía, lo que se haga es alimentar un mal que tanto ha resentido el país y los mismos integrantes de la Policía“, reiteró.