Hamilton mantiene su apuesta por Ferrari a pesar de la difícil temporada 2025
Lewis Hamilton reafirmó su compromiso con Ferrari a pesar de atravesar una de las temporadas más complicadas de su carrera.
El siete veces campeón, que actualmente ocupa el sexto puesto del campeonato con 152 puntos —muy por detrás de los 226 de su compañero Charles Leclerc— reconoció que sus frustraciones recientes fueron expresiones impulsivas surgidas en medio del bajo rendimiento del equipo. Aun así, insistió en que no se arrepiente de haber llegado a Maranello y que sigue entusiasmado con el proyecto a largo plazo.
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La temporada 2025 ha sido particularmente dura para Ferrari. El equipo ocupa el cuarto lugar en el campeonato de constructores y, a diferencia de sus rivales directos, no ha logrado ninguna victoria. Para Hamilton, el ajuste a un nuevo monoplaza y a una nueva dinámica interna ha sido más lento de lo esperado. Incluso así, el piloto británico ha asegurado que mantiene “fe total” en que Ferrari puede reconstruir su competitividad si trabajan de manera cohesionada durante el invierno y enfocan sus energías en el desarrollo para 2026.
Por su parte, Charles Leclerc ha reiterado que comparte esa visión de construcción a largo plazo. El piloto monegasco confirmó que el equipo decidió detener tempranamente el desarrollo del auto de 2025 con el fin de concentrar todos los recursos en la nueva normativa que entrará en vigor en 2026.
Esta decisión estratégica, aunque arriesgada, busca posicionar a Ferrari como un contendiente real una vez que cambien las reglas técnicas. Leclerc reconoce que la falta de resultados genera presión, pero sostiene que es un sacrificio necesario si la escudería quiere volver a la lucha por el título mundial.
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Ambos pilotos han subrayado que la clave de esta nueva etapa es la paciencia. La adaptación entre Hamilton y Ferrari, así como la reestructuración del equipo, requiere tiempo y estabilidad emocional dentro del garaje. Hamilton insiste en que su cambio a Ferrari fue una decisión tomada con convicción y visión de futuro, no un impulso, y que la transición siempre iba a implicar retos. Aun en medio de un año sin podios y con tensiones públicas dentro de la organización, el británico asegura que sigue creyendo en el potencial del proyecto.
La mirada de Ferrari ya está puesta en 2026, un año que podría redibujar por completo el orden competitivo de la Fórmula 1. Tanto Hamilton como Leclerc consideran que esta será la verdadera prueba del trabajo que están realizando: un nuevo reglamento, un nuevo monoplaza y la posibilidad de un renacer competitivo.
En este contexto, su mensaje al público y a los aficionados es claro: las dificultades actuales forman parte del proceso, y la apuesta por Ferrari sigue firme.
