El presidente de EE.UU., Donald Trump, dio su aprobación final para el ataque estadounidense contra tres instalaciones nucleares iraníes mientras estaba en su club de golf, informa Axios citando a personas al tanto del tema.
De acuerdo con los informantes, el mandatario estadounidense estaba dispuesto a llevar a cabo un ataque si no se producía un avance diplomático en las conversaciones entre Washington y Teherán, que previamente habían celebrado cinco rondas de negociaciones indirectas. “Esta no fue una operación del Pentágono. Fue una operación de Donald Trump”, declaró una fuente, agregando que el propio presidente eligió los planes y optó por el día.
Axios reconstruye la cronología que conllevó la decisión final de realizar el ataque.
Mientras Trump todavía se encontraba en la cumbre del G7 en Canadá, dio al Departamento de Defensa la orden de comenzar el trabajo de planificación final para un ataque contra Irán.
El martes, el presidente decidió interrumpir su viaje a Canadá y, al regresar a EE.UU., convocó a una reunión con su principal equipo de seguridad nacional en la sala de crisis de la Casa Blanca. De acuerdo a Axios, durante este encuentro, Trump presionó a los miembros de su equipo para obtener detalles tanto sobre los planes militares como sobre la eficacia de las bombas antibúnkeres GBU-57 de 13.600 kg y los posibles riesgos de la operación. “Los militares del Pentágono dijeron al presidente que estaban seguros de que iba a funcionar“, afirmó un funcionario estadounidense.
El viernes por la tarde, Trump dio luz verde al secretario de Defensa, Pete Hegseth, para emplear los bombarderos B-2 contra el país persa, que varias horas después partieron de su base en el estado de Misuri.
Según Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, se elaboró un plan para mantener “la sorpresa táctica”; una parte del paquete se dirigió hacia el oeste y se adentró en el Pacífico como señuelo, “una maniobra de engaño conocida solo por un número muy reducido de planificadores y líderes clave”. El paquete de ataque principal, compuesto por siete bombarderos B-2 Spirit, cada uno con dos tripulantes, avanzó silenciosamente hacia el este con comunicaciones mínimas.
Cabe señalar que, poco antes del ataque, en varios medios aparecieron informes de que seis bombarderos estratégicos B-2 de EE.UU. se dirigían hacia la isla estadounidense de Guam en el océano Pacífico, mientras aumentaba la especulación de que el país norteamericano atacaría Fordo.
A la par, portales especializados en temas de defensa informaron que varios B-2 partieron de la base aérea Whiteman en el estado de Misuri acompañados de ocho aviones cisterna KC-135 Stratotanker. Inicialmente, se indicaba que los bombarderos podrían estar volando hacia la base de Diego García, situada en las islas Chagos, un archipiélago en el océano Índico.
El sábado por la tarde, mientras Trump todavía estaba en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, le dijeron que los bombarderos estaban por llegar al punto de no retorno, cuando quedarían en completo silencio de radio. Fue entonces cuando Trump dio la luz verde al ataque.
Poco después, Trump regresó a Washington y desde la sala de crisis observaba, junto con el vicepresidente, J.D. Vance; el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y la jefa de Gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles, los ataques a tres instalaciones nucleares iraníes.
- Trump anunció la noche del sábado que la Fuerza Aérea del país norteamericano había completado un “exitoso ataque” contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordo, Natanz e Isfahán.
- El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, recordó que “de conformidad con la Carta de la ONU y sus disposiciones, Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, intereses y pueblo”.
- Mientras, el jefe de Estado de EE.UU. advirtió a Teherán que en caso de una posible represalia empleará “una fuerza mucho mayor de la que se presentó esta noche”.
- Desde el Ministerio de Exteriores ruso advirtieron que “el riesgo de una escalada del conflicto en Oriente Medio, ya sumido en múltiples crisis, ha aumentado significativamente”.
- A su vez, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, enfatizó que, con su ofensiva, el país norteamericano confirma que “para preservar su hegemonía en el mundo está dispuesto a cometer cualquier crimen y a violar el derecho internacional”, así como subrayó que “nadie ha autorizado” a Washington emprender tales acciones.
Nota originalmente publicada por RT en Español.