Cuesta arriba apelar sentencia de Carlos Julián Maldonado, opina líder del Colegio de Abogados y Abogadas
Aseguró que la decisión de la jueza fue una antipática y que cayó mal al pueblo
El presidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR), Manuel Quilichini, aseguró en Pega’os en la Mañana que será complicado apelar la determinación de la jueza Nerisvel C. Durán Guzmán, quien sentenció a 10 años de probatoria a Carlos Julián Maldonado Dávila, responsable de la muerte de Natalia Nicole Ayala Rivera.
“Este caso, probablemente, no es apelable porque la única manera que sería apelable es que se pueda demostrar que la juez incumplió con la regla, cometió un error de derecho o que abusó de su discreción […] Es altamente improbable y el mismo secretario de Justicia lo reconoció en su manifestación pública”, explicó Quilichini.
Tras la sentencia, Maldonado Dávila expresó un perdón a la familia de la joven deportista, arrollada en la noche del 5 de enero de 2022 mientras cambiaba una goma de su vehículo en el Expreso Las Américas junto a Carlos Adihl Sosa Bigio, quien resultó herido tras el impacto.
Maldonado Dávila, quien fue director de Turismo en el municipio de Barceloneta, fue declarado culpable en agosto por tres cargos: ocasionar la muerte de una persona por conducir negligentemente, causar daños físicos a una persona por conducir negligentemente y no detenerse para ayudar a una persona, según dispone la Ley de Tránsito (Ley 22-2000).
Por su parte, el secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, repudió la decisión y anticipó que evaluaba apelarla.
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“El problema aquí es el lado humano, donde tenemos a una persona que atropella, se da a la fuga, trata de encubrir el delito, nunca coopera con la investigación, no se declara culpable, va a un juicio, lo declaran culpable y entonces es que pide perdón. Eso causa un gran mal sabor”, añadió Quilichini, quien opinó que la decisión pudiera provocar la desconfianza del país en el sistema.
Según el presidente del CAAPR, quien opinó que la decisión es una “bien antipática”, la jueza entendió que la cárcel no era el castigo adecuado para Maldonado Dávila, y debido a la Ley de Sentencia Suspendida tuvo a su discreción aplicar la probatoria de 10 años sin un solo día en cárcel, en vez de los cinco años que dispone la Ley de Tránsito en dichos casos.
