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EE.UU. pagará 144,5 millones de dólares por una negligencia que propició un tiroteo masivo en Texas

Los demandantes han alegado que la Fuerza Aérea de EE.UU. no había ingresado en una base de datos los antecedentes por violencia de género del autor de la masacre, el exaviador Devin Patrick Kelley. Con este dato en el expediente, no hubiese podido comprar legalmente el arma del crimen.

El Departamento de Justicia de EE.UU. ha anunciado este 5 de abril que llegó a un acuerdo para resolver los casos civiles que surgieron de las demandas de los sobrevivientes y las familias de las víctimas de un tiroteo masivo en una iglesia que tuvo lugar en noviembre de 2017 en Sutherland Springs (Texas), y que se saldó con 26 víctimas mortales y 22 heridos.

Los “más de 75 demandantes” alegaron que la Fuerza Aérea de EE.UU. “fue negligente” por no haber ingresado en una base de datos, utilizada para la verificación de antecedentes, los cargos previos de violencia doméstica del autor de la masacre, el exaviador Devin Patrick Kelley, factor que podría haber impedido que él comprara legalmente el arma que utilizó en la masacre.

Al respecto, “un tribunal del distrito federal de Texas concluyó que EE.UU. era responsable de los daños causados por el tiroteo“, reza el comunicado del Departamento de Justicia. El acuerdo de conciliación —que ya ha sido aprobado, aunque todavía necesita que los demandantes obtengan unas aprobaciones judiciales— “resolvería todas las reclamaciones por un total de 144,5 millones de dólares”.

“Ninguna palabra o cantidad de dinero puede disminuir la inmensa tragedia del tiroteo masivo en Sutherland Springs”, ha aseverado la fiscal general adjunta, Vanita Gupta. “El anuncio de hoy pone fin al litigio y pone fin a un capítulo doloroso para las víctimas de este crimen impensable“, ha concluido.

  • El veterano de la Fuerza Aérea de EE.UU., Devin Patrick Kelley, el 5 de noviembre de 2017, entró armado con un rifle de asalto tipo RA a la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs y abrió fuego durante un servicio dominical. Tras perpetrar el ataque, Kelley, que llevaba varias armas en su coche, huyó de la escena del crimen. Más tarde, la Policía lo encontró muerto en su automóvil por una herida de bala autoinfligida.

Nota originalmente publicada en RT Español

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