El líder histórico de una peligrosa pandilla de Los Ángeles es sentenciado a 35 años de prisión
Paul Gary Wallace, de 56 años, comenzó a relacionarse con miembros de la banda angelina cuando tenía 6 o 7 años y fue un miembro oficial de la misma durante más de tres décadas.
Un tribunal federal estadounidense condenó el viernes pasado a 35 años de prisión a Paul Gary Wallace, un reconocido líder de los Crips de la Costa Oeste (CCE), una banda callejera fundada en Los Ángeles, por conspirar para extorsionar a través de varios actos delictivos, informó la Fiscalía del Distrito Central de California.
Valiéndose de la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO, por sus siglas en inglés), diseñada para combatir el crimen organizado, el sentenciado fue hallado culpable el pasado 18 de abril de los cargos de conspiración para delinquir y extorsionar, y de uso de un arma de fuego para cometer un delito violento, señala el comunicado.
Según las pruebas presentadas por los fiscales, como líder de la organización criminal, Wallace, de 56 años, jugó un papel importante en el desarrollo de actividades delictivas en el sur de Los Ángeles, entre las que se incluyen la venta de drogas, la extorsión a negocios locales y robos, así como actos de intimidación, agresiones y ajustes de cuentas contra miembros de bandas rivales, entre otros.
Durante los años que estuvo al frente de la organización, apunta la Fiscalía, el delincuente “mantuvo su control sobre la banda mediante la violencia y la intimidación”. Según detallan las autoridades, “asesinaba y conspiraba para cometer asesinatos con el fin de mejorar la reputación de la pandilla y aumentar su estatus dentro de la misma”. Además, era reconocido por “tomar represalias contra sus rivales y hacer cumplir la disciplina” dentro del grupo delictivo.
De acuerdo a los reportes, ‘Lil Doc’, el alias con el que es conocido en las calles de Los Ángeles, comenzó a relacionarse con miembros de la banda desde los 6 o 7 años, y formó parte de ella oficialmente por más de 30 años, periodo en el que “causó estragos en la comunidad y en los barrios controlados por los CCE, destruyendo vidas con su violencia y su actividad pandillera”.
Nota original de RT Español.
