Madre de adolescente con autismo narra que su hijo aún no tiene una T-1 asignada

A pesar de que el gobernador Pedro Pierluisi se mostró complacido con el inicio de clases y afirmó que ya están reclutados la mayoría de los educadores, la madre de un joven autista de 15 años del Programa de Educación Especial en una escuela en Aguadilla denunció la falta de una asistente T-1 para su hijo.

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“Llegó una T-1 al salón, pero una T-1 para todos los niños que aparenta ser que la matrícula subió de ocho a nueve estudiantes en un salón que no pasa yo creo que de 30 por 30. El salón es totalmente pequeño para la cantidad de estudiantes que quieren meter dentro de ese salón sin la infraestructura, sin el personal porque, créanme, que dos asistentes o tres asistentes para 10 estudiantes, ocho o nueve estudiantes, que son ya de la corriente superior, no es suficiente“, explicó Keyla Pérez, cuyo hijo estudia en la escuela Benito Cerezo, en Aguadilla.

Además, denunció que le eliminaron las materias de inglés y educación física debido a la falta de recursos y condiciones de hacinamiento.

“Le eliminaron también las clases de inglés porque la maestra la pasaron a corriente regular, sin ningún tipo de explicación, y ya no van a tener educación física adaptada porque el maestro va a estar fuera un año, y no fueron quienes de evitar que yo tuviese que poner la querella y solicitar a un maestro para que los niños al principio del semestre tuvieran la clase. Todo esto como si mi hijo y sus compañeros no tuviesen el derecho a una educación como el resto de la corriente regular“, añadió.

Pérez aseguró, también, que le consta que hay un joven que ha esperado un año porque desde la Oficina de la Región Educativa (ORE) de Mayagüez le asignen a una asistente también. Al momento, ha perdido un año escolar entero a la edad de 15 años. Según ella, no entiende “cómo esa gente se acuesta a dormir todos los días“, puesto que el Centro de Servicios de Educación Especial, en Aguada, es el más crítico.

Esta madre no descartó manifestarse en contra de la agencia, así como en la protesta que protagonizó el año pasado junto a otros padres y madres en el expreso Las Américas.

“Y yo tengo que decirte que estoy sumamente orgullosa de haber formado parte de eso, y lo volvería a hacer porque las cosas aquí no están cambiando. Él decía que las madres y padres de los niños de la corriente de Educación Especial estamos felices, que él no entendía el propósito de la manifestación. Pues yo le tengo que decir que no estamos felices. Y que, si hay que volver a hacerlo, lo vamos a tener que volver a hacer. Porque esa es la única manera de dejar de saber al mundo cómo es que el Departamento de Educación aquí trata a los niños con diversidad funcional. Para ellos somos un número más“, reiteró.