Más allá del candidato: Juan Dalmau y Griselle Morales dejan entrever las peculiaridades en el seno de su hogar
La pareja, que lleva unas dos décadas en unión matrimonial, rememoró el momento del 2016 en el que su hijo Gabriel, próximo a cumplir 21 años, fue diagnosticado con leucemia
A menudo se suele olvidar que las figuras públicas, incluyendo las políticas, tienen una vida como cualquier ciudadano de a pie. Comen en familia, llevan a sus hijos a la escuela, pagan sus deudas, discuten y sueñan con viajar a destinos lejanos.
Tal es el caso del candidato a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y la Alianza con el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Juan Dalmau Ramírez, quien en entrevista para Radio Isla ofreció una mirada a la intimidad de su día a día y memorias que comparte junto a su esposa Griselle Morales, su hijo Gabriel y su hija Sofía.
A pesar de que se conocían desde su época de Bachillerato en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP), no fue hasta que llegaron a la Escuela de Derecho cuando tuvieron su primera cita en el desaparecido TGI Friday’s de San Patricio Plaza para comer pan, o al menos para eso les daba el presupuesto de su vida estudiantil.
“No me caía bien. Nosotros nos conocimos en la Escuela de Derecho ya un poco más. Pero es que era insoportable. Él era el presidente de la Asociación de Ciencias Políticas y yo estaba en (Ciencias) Sociales estudiando Economía, pero tomamos una clase de Humanidades en Generales. Los estudios universitarios los hacía desde las siete de la mañana y salía a las 10. Me iba a trabajar o me iba a la playa. Y él, cuando se acababa la clase de Humanidades, nos aguantaba en la puerta del salón y daba todos los anuncios de toda la semana y el mes completo. Nos retenía”, contó Morales entre risas.
Ver esta publicación en Instagram
Ya en Derecho no tuvo de otra sino aguantar estudiar junto a Dalmau Ramírez durante largas horas, viéndose obligada a incluso salir tarde de la universidad. A partir de ahí, un regalo por parte de Dalmau Ramírez, Del Amor y Otros Demonios (Gabriel García Márquez), dieron rienda suelta al romance y, de paso, a la inspiración para nombrar a sus hijos.
“Como una coraza” el momento más duro en la familia
“Gabriel era el que nos daba la energía para nosotros estar ahí todos los días”, dijo Morales luego de tomarse una pausa.
La pareja, quien lleva unas dos décadas en unión matrimonial, rememoró el momento del 2016 en el que su hijo Gabriel, próximo a cumplir 21 años, fue diagnosticado con leucemia.
Una intensa jornada de 47 días en el Hospital Pediátrico del Centro Médico de Río Piedras estuvo marcada por la negación de un diagnóstico, el lidiar con familiares incrédulos y las constantes peticiones para que el joven fuera atendido en Estados Unidos.
“Y todos los días, pues, rezando. Íbamos a casa, iba a casa y me tiraba al piso a llorar para no demostrar a Gabriel que estábamos tristes o lo que fuera. […] Jugábamos con él (diciendo) ‘yo me estoy chupando ese cáncer para que no esté en ti, que me dé a mí’ porque uno lo que piensa es ¿por qué no me está dando a mí? ¿Por qué a un nene de 12 años?”, dijo Morales al destacar que tanto Gabriel como Sofía manejaron el proceso con madurez.
View this post on Instagram
A partir de entonces, transcurrió un largo proceso de dos años y, en agosto de 2018, Gabriel culminó su proceso de quimioterapias.
“(Salimos) mucho más fuertes, mucho más unidos. […] Nosotros, los seres humanos, a veces vemos inconvenientes o pequeños percances como si fueran problemas. Cuando tienes un problema real ahí tú calibras, realmente, lo que es un inconveniente, lo que son cosas que tienen solución a mediano o corto plazo y lo que son problemas cuyas consecuencias pueden ser terribles. Así que cuando tienes un hijo enfermo, una condición de cáncer que tiene una connotación tan fuerte, pues de repente ese es un problema. Lo demás, inconvenientes”, aseguró.
Orgulloso de mi hijo Gabo que hoy culminó exitosamente dos años de quimioterapia. Su valentía y buen ánimo en este proceso ha sido una gran lección para toda la familia. Los padres aspiramos a que los hijos nos superen y sean mejores que nosotros, Gabo me supera por mucho.
— Juan Dalmau (@juandalmauPR) August 6, 2018
Una vida como cualquier otra
No acostumbra a salir en pareja. Siempre han sido más del tipo ‘cacero’, aunque tampoco hay mucho tiempo para salir.
Han preferido compartir series como Suits y The Walking Dead. Y hasta hace poco asistieron al cine a ver la más reciente entrega de Deadpool junto a sus hijos. Aún así, procuran compartir en familia cada dos viernes una comida en casa de la madre de Morales en lo que han denominado como el Cuartel General.
“Donde yo te puedo decir que sí extraño, es que a mí me gusta mucho la playa. Y la idea de uno pasar un fin de semana o un día en la playa, la realidad es que no lo hacemos, no tenemos el tiempo. Ahora los nenes (están) más grandes”, dijo Dalmau.
Entre risas, la pareja cuenta que tienen una vida como cualquier otra. Él cocina un biftec encebolla’o y arroz blanco. Ella guisa unas habichuelas.
View this post on Instagram
Tampoco alardean de no ser diplomáticos en su relación. Las peleas tontas y las no tan tontas no son de suficiente peso para irse a la cama enojados o para no ceder.
“Yo creo que por la intensidad de lo que nosotros vivimos continuamente, ella tiene una mayor tolerancia a esas pequeñas cosas. Griselle es la piedra angular en la familia, en la casa, nosotros. Gira en torno a cómo ella ejecuta sus cosas”, dijo Dalmau Ramírez.
La cosa sí se puso intensa y jocosa cuando repasaron el lado ‘jangueador’ o ‘partysero’ de Dalmau y cómo hoy paga las consecuencias con su hija Sofía.
A diferencia de Gabriel, que solo toma agua y ni siquiera se amanece, su hermana incluso sale más que sus progenitores, es sociable y se involucra en actividades extracurriculares.
“Gabriel no ha sido el dolor de cabeza que yo puedo presumir que mi hermano y yo y mis hermanas le hicimos pasar a mami”, explicó Dalmau entre risas, a la vez que afirmó junto a su esposa que cuentan con la confianza de sus hijos para que les cuenten todo sin temor a ser juzgados.
Una vez más, como en toda familia, resuena esa clásica frase que nos repiten cuando jóvenes y que no comprobamos hasta que la vivimos: “Hijo fuiste, padre serás”…
View this post on Instagram