Necesidad económica figura como la causante de que ocho de los 72 feminicidios del 2022 se relacionen con el crimen organizado
Según estudios, muchas víctimas entran inducidas por sus parejas
Ocho feminicidios de los 72 que se han reportado en este 2022 están relacionados con el crimen organizado, confirmó la directora del Observatorio de Equidad de Género, Irma Lugo, quien, al igual que la procuradora interina de las mujeres, Madeline Bermúdez, indicó que la necesidad económica figura como patrón entre las mujeres que se involucran en el mundo del narcotráfico.
Respecto a estos ocho feminicidios que se relacionan al crimen organizado o, como se le conoce coloquialmente, el ‘bajo mundo’, indicó que la criminología social lleva años estudiando el patrón, que es la razón por la cual, presuntamente, fue asesinada Rosemary Rohena Urbina, de 32 años, mientras acompañaba a su pareja, José R. Pacheco, en Juncos el pasado sábado.
“Estamos viendo la situación económica, el impacto de la situación económica, y cómo las mujeres están también entrando en esos espacios, pues, viendo una posibilidad de negocio”, expresó Lugo al señalar que un análisis revela que muchas de las mujeres entran inducidas por sus parejas.
En un trabajo arduo de la institución, se han logrado reclasificar las muertes violentas de las mujeres, según se trate de un transfeminicidio, un feminicidio íntimo (que son aquellos en relación con una pareja, expareja o persona con un interés particular en la víctima), de los cuales ya van 15, entre otras clasificaciones que establece el Observatorio. Asimismo, Lugo informó que todavía 45 de los 72 feminicidios están bajo investigación para ser reclasificados en sus categorías correspondientes.
Por otra parte, la procuradora interina de la mujer, Madeline Bermúdez, destacó que en este 2022 ya han muerto 14 mujeres por sobredosis de drogas, que es parte de ese patrón bajo el cual las mujeres entran al mundo de las drogas, no solo para consumir, sino para dirigir las ventas, ya sea impulsadas por sus compañeros, o como parte de la violencia y necesidad económica a la que se enfrentan.
“Esto lo hemos visto en aumento en los últimos años […] Están viendo, lamentablemente, un ingreso, una salida económica en el bajo mundo”, expresó Bermúdez al señalar la preocupación sobre los casos en los que, incluso, se reportan víctimas secundarias de los incidentes violentos, tal como en el caso de Romesary Rohena Urbina, que incluyó a su hijo de cinco años, quien salió levemente herido.
