El representante José Pérez compartió en este medio que celebrará una mesa de trabajo el próximo jueves, 4 de septiembre para buscar soluciones y atender ahogamientos en los cuerpos de agua en Puerto Rico.
Entre las agencias invitadas para la reunión hay diferentes agencias gubernamentales como la Compañía de Turismo y otros entes como la Federación de Alcaldes, y diversos grupos comunitarios que trabajan hacia la seguridad acuática.
El representante argumenta que se debe trabajar no solamente a favor de la seguridad de los bañistas tanto locales como turistas, sino también argumenta que los incidentes de ahogamiento pudiesen impactar económicamente a la isla y que por ello se debe trabajar:
Ante la discusión de qué posibles mejorías hacen falta para disminuir la cantidad de ahogamientos, aunque Pérez está de acuerdo con que hace falta aumentar la cantidad de salvavidas alrededor de toda la isla, también se debe robustecer la gestión fiscal. Es decir, hace falta mayor educación, hace falta mejores rótulos y otros tipos de intervenciones que no recaen sola y exclusivamente en adiestrar más salvavidas, una importante red de apoyo que ha disminuido ante la migración de salvavidas a otras jurisdicciones de los Estados Unidos.
Según diversas fuentes (como Sea Grant y CBS News), Puerto Rico se enfrenta a un promedio estimado de 30 ahogamientos por año, abarcando playas, costas abiertas y posiblemente otros cuerpos de agua como balnearios y ríos.
Recomendaciones
Si te encuentras ahogándote en mar abierto o en cualquier otro cuerpo de agua, lo primero que debes hacer es mantener la calma. El pánico es tu peor enemigo, ya que acelera la respiración, agota tu energía y puede hacer que pierdas flotabilidad. Concéntrate en exhalar lentamente bajo el agua y tomar aire cuando tu boca esté fuera; ese control de la respiración es clave para mantenerte a flote y conservar energía.
El siguiente paso es colocar el cuerpo en una posición que favorezca la flotación. Puedes abrir brazos y piernas como una estrella de mar y dejar que el agua te sostenga boca arriba, o soltar el cuerpo en posición vertical con movimientos suaves de manos y pies para mantener la cara fuera del agua. Si llevas chaleco salvavidas, adopta la postura conocida como HELP: rodillas al pecho y brazos cruzados para retener calor y energía mientras flotas sin esfuerzo.
Si una corriente te arrastra, lo más importante es no luchar contra ella. Las corrientes de resaca, por ejemplo, son muy fuertes y nadar en contra solo te cansará. La estrategia correcta es dejarte llevar un poco y nadar de forma paralela a la orilla hasta salir de la corriente, y solo entonces dirigirte hacia tierra. Si te sientes muy cansado, alterna entre flotar boca arriba y nadar despacio estilo espalda o perrito para avanzar sin agotarte.
Además, recuerda que es mejor aprovechar lo que tengas a mano: la ropa ligera no siempre es enemiga; puede atrapar aire y ayudarte a flotar. Haz señales con un brazo levantado o movimientos amplios si ves personas o embarcaciones cerca. Lo más importante es mantener el cuerpo relajado, respirar de manera rítmica y no gastar energía en movimientos desesperados. Al flotar, controlar la respiración y usar el agua a tu favor, aumentas enormemente tus probabilidades de sobrevivir hasta recibir ayuda o alcanzar un lugar seguro.