La presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), María del Mar Rosa Rodríguez, advirtió en Pega’os en la Mañana que dependerá de la administración de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que el movimiento sindical de empleados docentes y no docentes no incurran en una paralización de labores en reclamo para que se derogue la nueva certificación que establece cómo funcionará el Sistema de Retiro de la institución.
Según Rodríguez, el presidente Luis A. Ferrao no parece entender las necesidades de los empleados ni lo que implica para la UPR reformar el Sistema. En cambio, solo repite el discurso del gobernador Pedro Pierluisi.
“La pregunta que yo le hago al presidente, a la Junta de Gobierno, a la Junta de Control Fiscal… ¿Puede la UPR solventar un Sistema de Retiro sin la aportación de empleados nuevos a largo plazo? Claro que no va a poder”, reclamó.
Según la líder sindical, al Sistema entran aportaciones desde tres grupos: empleados activos, el patrono (la UPR, en este caso), y el Fideicomiso de Retiro, con representantes de los trabajadores, mediante la ganancia de inversiones.
Sucede que tanto la aportación de empleados activos como la del patrono son suplementarias. Por tanto, si disminuye o se congela, será la UPR la que, en los próximos años, tendrá que hacer una aportación mayor para garantizar la solvencia del Sistema de Retiro.
La nueva certificación congelaría las aportaciones de empleados nuevos a partir del 1ro de agosto de este año.
“Es una falta de respeto que nos digan que todo va a estar bien, que no nos preocupemos”, afirmó Rodríguez al cuestionar qué exactamente se va a lograr cuando, por un lado, obligan a la UPR a aportar, mientras le reducen el presupuesto.
Rodríguez aseguró que están dispuestos a orientar a quien sea necesario para que entiendan cómo funciona el Sistema y cómo se afectaría la institución.
“¿Cuándo conviene una huelga? ¿Cuándo conviene un paro? ¿Cuándo eso es chévere y bueno? Eso nunca es bueno. Eso es una última herramienta que se utiliza cuando hay oídos sordos. Yo tengo esperanza de que esas negociaciones y esas conversaciones funcionen porque yo quiero empezar mis clases la semana que viene en UPR Cayey […] pero eso (la paralización de labores) depende de que ellos tengan un poquito más de luz y se pongan del lado correcto de la ecuación”, reiteró Rodríguez.