Colegios privados reconocen alza en el agua y la luz alteran sus presupuestos
En el pasado año académico cerraron 11 instituciones
Las escuelas privadas no han estado exentas del impacto en los aumentos en utilidades como el agua potable y la luz, que según la presidenta del colectivo que agrupa a dichas instituciones, es una situación que les ha obligado a modificar su presupuesto y, en otros casos, a cerrar las escuelas.
“Son unos incrementos que no estaban presupuestados y lo terrible es que los colegios privados asumen esos costos y, a su vez, agravan el presupuesto y la operación diaria que tiene una institución, así que sí es preocupante para toda la población de educación privada. […] Muchas instituciones han tenido que invertir en tener placas. No todas, pero gran parte para poder seguir ofreciendo el servicio de una manera adecuada“, indicó Emma Sulsona, presidenta de la Asociación de Escuelas Privadas.
Según Sulsona, lo ideal sería recibir algún subsidio o fondo para que todas las escuelas puedan, por ejemplo, suplirse de placas solares, ya que han registrado daños en equipos por la falta de energía eléctrica y temen perder su inversión en equipos como aires acondicionados.
Y precisamente en esa línea del calor, Sulsona hizo una petición a los colegios para tomar medidas de precaución que eviten problemas de salud derivados de las altas temperaturas, como lo es el ajuste de los uniformes.
“Se le ha recomendado, como parte de orientar a las instituciones privadas, por darle un ejemplo con esta ola de calor, que sean un poco más laxos, por ejemplo, en el uniforme. Que si a lo mejor el uniforme de educación física es más fresco, pues tomen eso en consideración. Que, por ejemplo, la clase de educación física analicen bien si a la hora del calor pico es muy intenso, pues muévala o dela en otro periodo o en otra área que la institución sea más fresca, que haya ventilación cruzada, que haya fuentes“, añadió.
Para este inicio del año escolar, hay 11 colegios menos luego de que anunciaran sus respectivos cierres, de un total de casi 600.
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“En su mayoría, hemos visto que hay un denominador, pues han sido colegios católicos, en su mayoría (los que han cerrado) […] Cuando están explicando la situación del cierre, ellos muchas veces recomiendan otras instituciones que sean de denominación católica, pues hacen siempre esa recomendación, pero pueden pasar a otra institución privada o al sistema público, claro que sí“, indicó Sulsona.
