Desacertado para economista intención de comerciantes para detener aumento al salario mínimo
Para el experto, debería separarse dicha alza del resto de aumentos que iniciaron el lunes, como lo fue en el consumo de agua potable y energía eléctrica
El economista Heriberto Martínez opinó en Dígame la Verdad que fue desacertada la decisión de diferentes organizaciones para impugnar ante los tribunales la entrada en vigor del aumento al salario mínimo.
Para el experto, debería separarse dicha alza del resto de aumentos que iniciaron el lunes, como lo fue en el consumo de agua potable y energía eléctrica. Según Martínez, los casi $165 mensuales que entrarían a unas 250 mil familias será clave para enfrentar, precisamente, los nuevos aumentos.
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“En Puerto Rico se les ha hecho bien difícil a los pequeños comerciantes con el tema de los permisos, con el tema de la burocracia, con los altos costos de energía, con la incertidumbre energética, con la situación de tener que invertir en planta de gas, en diésel, para poder continuar operando, pero, entonces, el único aumento que este sector decide impugnar es el que más beneficia a la economía, que es el aumento del salario mínimo. Así que, de nuevo, me parece una decisión económicamente desacertada, y me hubiese gustado ver el mismo ímpetu que tienen estos gremios y asociaciones para ir contra el salario mínimo, ver el mismo ímpetu para ir contra los altos costos de energía y contra la incertidumbre energética”, indicó Martínez en el 1320.
Asimismo, instó a girar el foco a un problema mayor para este y otros sectores del país, que es la inestabilidad por el servicio energético. Martínez afirmó que la dejadez del Gobierno en torno a la fiscalización de las empresas encargadas de la generación y transmisión y distribución propicia la problemática que mueve a los comerciantes a atacar, en este caso, otro aumento que no pueden asumir.
“Si la luz es cara, pero es estable y no se me va y yo no tengo que invertir en plantas, en diésel, en placas solares, ya estoy teniendo un ahorro, por lo menos, por algún lado desde el punto de vista del sector empresarial. Ahora, si también pudiéramos bajar el costo de luz, el costo energético, pudiéramos, entonces, tener un mejor clima para hacer negocio y mucho más barato. Pero, insisto, el Gobierno no parece querer hacer mucho en este tema de la energía. Han sido superflexibles y superlenientes con LUMA y con Genera y desde el punto de vista de los sectores empresariales pues vimos cómo un segmento de ellos que prefiere atacar el salario mínimo que atacar los actos altos costos energéticos”, añadió.