Estudiante con síndrome de Down lleva un mes sin ir a la escuela por falta de un asistente T-1
Presuntamente, la asistente que contactó el padre del menor no pudo firmar a tiempo su dispensa por la veda electoral
El joven estudiante Leandro David cumplió un mes sin ir a la escuela con el resto de sus compañeros, puesto que carece de un asistente de Educación Especial (o T-1) que el mismo Gobierno le ha imposibilitado tener.
Cuenta el padre de Leandro, David Robles Negrón, que a finales de julio su hijo con síndrome de Down se quedó sin asistente y ante el panorama de trabas que le impusieron, buscó y encontrón por su cuenta a un candidato. Cuando se dispuso a firmar un contrato, se le indicó que, presuntamente, no podía concretarlo por la veda electoral. La dispensa para el asistente la otorga la Oficina de Administración y Recursos Humanos (OARH).
“No está asistiendo a la escuela. Los maestros, gracias a Dios, han sido gentiles y la academia también, y han estado enviando el material. Yo trabajo el material con él dentro de mis capacidades, lo que puedo trabajar. Pero ha sido frustrante porque ya no es la primera vez. El año pasado fue la misma situación, estuvo casi un mes y medio fuera de la escuela, y todo por la irresponsabilidad del Departamento de Educación en violación a los derechos humanos y uno de esos derechos es la educación“, indicó el padre del joven de 12 años.
Robles Negrón, tras acudir a múltiples oficinas en las que no se resolvió nada, al día de hoy, aún no entiende por qué la política es un impedimento para que su hijo estudie, mientras espera que pronto le firmen la dispensa, al menos, por remedio provisional.
“Yo quisiera saber quién fue el propulsor de eso, qué van a hacer, qué el Gobierno va a hacer en base a esto. Porque esto no se puede quedar así. Porque la contestación que nos van a dar es, en dos o tres días dan la dispensa. Es que no debe haber ninguna dispensa porque es que el niño necesitaba que empezara ayer la escuela. Porque yo conseguí la persona, la persona llevó los papeles, pasó las pruebas, pero no, vamos a preferir la política“, añadió el padre al reiterar que su núcleo familiar se ha afectado.
A pesar de un nuevo intento para hoy, martes, la asistente T-1 no pudo tampoco firmar el contrato, puesto que debía entregar un documento provisional sobre la conocida Ley 300 (historial delictivo).
Sin embargo, los 200 turnos para que la asistente pudiera obtenerlo se terminaron a las 9:30 a.m. en el Departamento de Salud, cuando antes se trabajaba en un cuartel de la Policía.
“Ya esto pasó, ya esto se salió, ya aquí no hay por dónde aguantarlo, esto no tiene razón de ser, no tiene sentido común, porque ahora el niño, ahora no es ningún documento, ahora es a ver si consigue un turno y con ese papelito que le dan, esa evidencia, ella puede firmar. O sea que, por culpa del gobierno de poner un límite de turno, un horario, si ella no logra entrar entre esos 200 turnos, pues va a tener que seguir experimentando hasta que logre entrar. En serio, ¿esa es la preocupación de que ese niño siga fuera de la escuela?“, indicó el padre frustrado.
“A él le encanta la escuela dentro de sus condiciones de síndrome de Down. Él es bastante funcional. Y él siente, él padece. Y yo como padre ayer rompí en lágrimas“, dijo Robles Negrón sobre la situación.