Ex vicealcalde de Trujillo Alto es sentenciado a 30 meses de prisión por fraude
Por otro lado, el exalcalde José Cruz Cruz recibió condena de 24 meses que comenzará a cumplir en abril, y ninguna restitución
El exvicealcalde de Trujillo Alto, Radamés Benítez Cardona, fue sentenciado hoy viernes a 30 meses de prisión por el juez federal Pedro Delgado Hernández después de que se declaró culpable de un esquema que consistió en recibir soborno de $17,250 mensuales para un contrato de la empresa Waste Collection, Corp.
El fiscal Scott Anderson identificó a Benítez Cardona como el negociador del acuerdo con la empresa del cual se beneficiaron ambos, él y el exalcalde José Cruz Cruz. Benítez Cardona era la persona de confianza de Cruz Cruz no solamente en la alcaldía, sino también en la estructura política del Partido Popular Democrático (PPD) en Trujillo Alto, ya que él era el encargado de finanzas del alcalde y el comité municipal.
Benítez Cardona, de 52 años, pidió clemencia para poder “cerrar esta pesadilla y enviarle un mensaje a la ciudadanía de lo que destruye la corrupción pública”, en referencia a cómo su vida cambió tras su arresto en 2021.
El ex vice alcalde se dirigió al juez y dijo que estaba agradecido a la fiscalía por la apertura para la negociación que produjo su declaración de culpabilidad el pasado noviembre por conspiración para sobornar y a la Oficina de Probatoria por ayudarlo a conseguir un empleo de salario mínimo federal, que lo ha ayudado a mantener a su hija, quien tiene cuatro años y vive con necesidades especiales.
Anderson pedía 46 meses de cárcel para Benítez Cardona, mientras que el licenciado Michael Corona Muñoz pidió 30 meses, por lo que, con su sentencia, el juez se decantó a favor de la solicitud de la defensa. Al exfuncionario se le permitió entregarse voluntariamente a prisión y se le condenó también a restituir $51,750. Por otro lado, Cruz Cruz recibió condena de 24 meses que comenzará a cumplir en abril, y ninguna restitución.
“Esto no es un episodio criminal aislado o un lapso de juicio, este esquema ilegal abarcó varios años y resultó en que el Sr. Benítez tuviera una vida de lujos. El Sr. Benítez ha pasado la mayoría de su vida trabajando en el sector gubernamental como servidor público y estaba consciente de la seriedad de su conducta y el daño que este tipo de conducta ilegal tiene en la reputación de los funcionarios públicos y el impacto que tiene en la comunidad en general”, argumentó Anderson.
