No todo el mundo se convierte en abuelo a los 46 años de edad, pero el candidato a la gobernación por La Pava, Jesús Manuel Ortiz González, está haciendo campaña con nieta en brazos.
El aspirante reconoció que fue inesperado que su hijo de 23 años se convirtiera en padre. No obstante, estaba consciente de que nada podía reclamarle cuando él mismo lo tuvo a él a los 22, dijo entre risas.
“Tengo que decirte que cuando me enteré me pasó la vida de ese niño por la cabeza en dos minutos. Lo vi pequeñito, lo vi cuando caminó, lo vi cuando yo le hacía avena”, narró al recordar cómo iba para todos lados con él y sus hermanos, incluso mientras estudiaba Derecho.
Y no solo Ortiz González está culeco. Su esposa, la psicóloga Myriam Pérez Ruiz, no puede ocultar la emoción que le genera ser abuela, pues aunque no es madre y nunca se visualizó como tal, creció con altas expectativas sobre el rol maternal gracias al actuar de su progenitora.
“No soy mamá, pero ahora, al ser abuela, eso me regala a mí la oportunidad de poder disfrutar también esa faceta distinta, porque es algo distinto. A mí me emociona mucho. Yo creo que va a ser algo que nos vamos a disfrutar muchísimo”, dijo la también comunicadora.
Un futuro de equidad
Según el candidato del Partido Popular Democrático (PPD), aspira a que sus hijos y ahora su nieta vivan en un país seguro y con las mismas oportunidades, pero sobre todo, que en el caso de ella, al ser mujer, se sienta libre.
“El país en que nosotros vivimos es un país que para que esté bien, las mujeres tienen que estar bien. ¿Por qué? Porque lo que estamos viviendo impacta de manera desproporcionada a las mujeres. Yo no tengo duda de eso”, aseguró.
Asimismo, criticó la postura polarizante tanto en el tema de la equidad de género como en muchos otros, y las intenciones de algunos para demonizar los extremos, sin encontrar áreas grises.
En el caso de Pérez Ruiz, pudo concordar con las palabras de su esposo, puesto que experimentó el discrimen a nivel laboral por ser joven y por ser mujer. Es por ello que, en su opinión, la perspectiva de género debe asumirse de forma transversal en la educación.
Además, aseguró que desde el aspecto de la psicología, será importante garantizar que su nieta crezca con una salud mental óptima, ya que será retante lo que tendrá que enfrentar con las imposiciones y visiones que se muestran en las redes sociales sobre lo que debe ser una mujer.
Es en esa línea de la salud mental donde se enfocaría de convertirse en primera dama, puesto que la conducta humana la inspiró a estudiar esta materia hasta ejercerla, dejando a un lado su profesión inicial como comunicadora.
Según ella, la salud mental viene a simbolizar la raíz de un árbol, raíz que en el caso de Puerto Rico está comprometida debido a todos los factores sociales que se viven a nivel del país, como lo es el tema de seguridad pública, la migración, la recesión económica y la crisis energética.
“A mí me parece que algo que es muy importante que debemos comunicar y fortalecer es ver el acto de ir a terapia psicológica, en lugar de como un acto de debilidad, como un acto de valentía y de coraje”, indicó al descartar que la búsqueda de ayuda sea sinónimo inmediato de un trastorno, sino más bien de un espacio para liberarse y conocerse.