Justin Santiago, una persona que pasó por las terapias de conversión, narró a RADIO ISLA lo que vivió durante las mismas y las describió como unas torturas.
Santiago quien nació siendo biológicamente mujer, pero se sentía hombre, expuso que participó de estos procesos cuando tenía entre 15 a 18 años luego de que la Escuela Superior Vocacional de Barranquitas, donde estudiaba, lo refirió a una clínica de psiquiatría para niños ubicada en Río Piedras.
Los hechos ocurrieron a principios de la década de los 70’s, comunicó Justin.
“El contexto se dió en tratar de suprimir y reprimir en mi la identidad de género. Mis padres fueron prácticamente obligados a llevarme a esas terapias, puesto a que si no me llevaban a esas terapias, yo no podía ir a la escuela”, informó.
Además, conversamos con Carmen Vélez, quien es educadora de Salud Pública. Vélez aseguró que “casi todos los cánones de ética de las organizaciones de profesionales” las prohíben.