Víctima de ataques racistas en Canóvanas apelará veredicto de no culpabilidad contra hombre que alegadamente le apuntó con un arma
Mientras, en la mañana hoy iniciará el juicio por el caso civil por acoso racial
El pleito judicial que protagonizan Chanelly Cortés Rodríguez y Luis Ramírez Walker, víctimas de presuntos ataques racistas en su propio hogar por parte de una octogenaria, continúa luego de que decidieran apelar un veredicto de no culpabilidad contra el hijo de la envejeciente, que alegadamente apuntó con un arma de fuego a Cortés.
La determinación se emitió a finales de la semana pasada en el Tribunal de Carolina, cuando el dentista Luis Espinet García, hijo de Carmen García Gutiérrez, salió por la puerta ancha a pesar de la contundente evidencia presentada, según Cortés, quien dijo en Pega’os en la Mañana sentirse vulnerable y que el sistema judicial está destruido.
Nota relacionada: Hoy se verá nuevamente caso civil por presuntos ataques racistas a familia en Canóvanas
“Es que no es la primera vez que este señor me amenaza a mí. Es la primera vez que él me apunta con un arma, pero anteriormente él me había amenazado a mí de muerte verbalmente. No es la primera vez. O sea, esto es un patrón de este señor que ha ido agravándose. ¿Y qué es lo próximo? ¿Qué es lo que van a esperar? ¿Que yo esté metida en una caja para entonces encontrarlo a él culpable?”, cuestionó desesperada.
Cortés describió la complejidad de su caso, que es uno índole criminal, debido a que solo ella y el dentista se encontraban en la escena de los hechos, por lo que su testimonio y la evidencia circunstancial figuran como la única prueba.
Después del incidente, según Chanelly, Espinet García vendió todas sus armas al día siguiente.
Arranca el caso civil por racismo
Simultáneamente, se verá hoy en juicio, a partir de las 9 a.m., el caso civil por el presunto racismo en el que ha incurrido Carmen García Gutiérrez, quien desde el 2020 sostiene un patrón que incluye el colgar carteles con dibujos y mensajes racistas, obstruirle el paso a su hogar a la familia, vigilarles mediante cámaras de seguridad a pesar de que una orden lo prohíbe y mantener un alto volumen de música mediante un radio.
Según el padre de familia, Luis Ramírez Walker, no esperan menos de este proceso y desean salir airosos.
“Los tribunales han tratado esto como, meramente, un chisme vecinal o un problema de vecinos”, dijo.
Del juicio no finalizar hoy mismo, se verá el caso el próximo 28 y 30 de agosto.
