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Estudiantes con diversidad funcional denuncian falta de acceso a servicios adecuados en la biblioteca principal de la UPRRP

Mientras, la directora de la biblioteca aseguró que parte de los atrasos en las mejoras tiene que ver con la disponibilidad de fondos, aunque reiteró que ya hay un proceso de remodelación

Estudiantes con diversidad funcional del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) luchan desde el 2017 por disfrutar de los servicios que ofrece la biblioteca José M. Lázaro, que actualmente no cuenta con los recursos para hacer disponible el material que allí se alberga y al cual tiene derecho el estudiantado.

Lo que busco es un espacio seguro y accesible”, reclamó en Pega’os en la Mañana Fernando Báez, estudiante de bachillerato en Educación con concentración en Educación Especial en impedimentos visuales.

La sala para estudiantes con diversidad funcional se ha trasladado en múltiples instancias alrededor del campo riopedrense debido a un problema inicial con asbesto y otros materiales.

Tras pasar por el Centro de Estudiantes y la Facultad de Estudios Generales, la sala se encuentra hoy día en el segundo nivel de la biblioteca, en la Sala de Documentos y Mapas, zona de la cual la removieron inicialmente por la contaminación.

Pero la lucha de estos dos estudiantes, que son legalmente ciegos, ha sido ardua para no ser reubicados en salas que no estaban habilitadas para estudiar, pues no eran a prueba del ruido que, por ejemplo, se transmite en el Centro de Estudiantes.

La estudiante de maestría en Trabajo Social Marieliz García recordó, por ejemplo, la experiencia del estudiantado en los edificios de Generales.

Se nos hacía bien difícil llegara hasta allá, muchos estudiantes no podían porque de verdad que era bien difícil llegar a Generales. […] Nada de esto nos consultan, por si acaso. […] Estamos así como bola de boliche sin saber para dónde nos llevaron”, lamentó García mientras pedía empatía.

Y es que la biblioteca Lázaro, la principal de la UPRRP, carece de servicios hábiles debido a la antigüedad del edificio. Según la estudiante, los ascensores no funcionan a completa capacidad y tampoco cuenta con planta eléctrica para atender emergencias, lo que pone en riesgo la vida de quienes allí permanecen.

Hay personas que, de momento, se fue la energía eléctrica y hay que bajarlo, dos o tres personas cargarlo por las escaleras porque no hay manera”, indicó García, quien aseguró que en la última conversación que hubo con la administración hace un año les mostraron los planos para comenzar una remodelación de la sala.

Al momento, el reclamo de los universitarios también ronda principalmente alrededor de que se cumpla con la Ley de Bibliotecas de Puerto Rico

No hay espacio cómodo en ninguna de las bibliotecas”, reiteró.

Señalan la falta de presupuesto como la causante de retrasos para remodelar el espacio

Tras los reclamos que hicieran los estudiantes, la directora de las bibliotecas en la UPRRP, Nancy Abreu, aseguró en Pega’os en la Mañana que hay un plan para remodelar la sala para servicios de diversidad funcional y hasta instalar una cabina a prueba de sonido, pero recalcó que los retrasos responden a la disponibilidad de los fondos federales.

También el impacto de los recortes de la Junta de Control Fiscal al recinto de Río Piedras. […] Todos los recintos, todo el sistema UPR, con los recortes que ha tenido, tiene retos a la hora de hacer proyectos de mejora permanente”, denunció Abreu.

Según Abreu, en el pasado removieron al estudiantado inicialmente no por los problemas de asbesto, sino porque se halló fibra de vidrio, que se encuentra en los conductos de los aires acondicionados y que provoca picor.

En esa ocasión, se aprovechó la instancia para remover el asbesto, aunque aclaró que mientras estuviera contenido no representaba peligro alguno.

La directora reconoció que a los estudiantes se les trasladó en varias ocasiones hasta que regresaron a la biblioteca Lázaro, que cuenta con un salón aparte para aquellos estudiantes que requieren ayudantes de lectura.

Hay un proyecto para remodelar ese primer piso y reubicar los servicios”, indicó Abreu al señalar que hay cuatro bibliotecas alrededor del recinto para aquellas personas que enfrentan impedimentos de movilidad. Estas son en las facultades de Educación, Administración de Empresas, Estudios Generales y en la propia Lázaro.

Al momento, la directora estimó que para el próximo año académico se atenderán las mejoras en la sala, que ya rondan los $600 mil, puesto que aún se encuentran en la faceta de diseño.

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