“Fría, sin remordimiento” | Dueño de hotel incendiado por una turista en Cabo Rojo narra cómo ha levantado su negocio tras la vista que enfrentara la mujer en el Tribunal Federal

Fría y sin remordimiento. Así describió Ángel Luis Marrero a Danielle Bertothy, la turista residente en Missouri acusada por incendiar una serie de negocios a inicios de año en el sector de Combate, en Cabo Rojo, incluido el de Marrero, Luichy’s Seaside Hotel, quien afirmó que el grupo de comerciantes afectados demandarán a la turista.

Bertothy fue acusada y trasladada al Centro de Detención Metropolitano, en Guaynabo y, posteriormente, ante la jueza Giselle López del Tribunal Federal en Hato Rey.

Sin embargo, Marrero alegó desconocer de que dicha vista judicial se llevaría a cabo el jueves. Aún así, hizo los esfuerzos por asistir.

“Yo la tenía ahí al ladito, nunca cruzamos miradas. […] Yo la quería ver de frente, la noté fría, sin remordimiento. Yo digo ¿cómo es posible? ¿Cómo es posible que un ser humano que no nos conozca, que no le hemos hecho mal, nos haga tanto mal y nos ha cambiado la vida tanto? Ha sido bien fuerte”, describió Marrero al narrar que la turista, que no lo conoce, se encontraba en un banco frente a él.

El dueño del hotel afirmó que quiere que Bertothy lo reconozca para que entienda el daño causado, que lo han llevado, incluso, a no poder conciliar el sueño a estas alturas, ya que les cambió la vida.

“El 31 de diciembre con esperanza, con alegría, con lágrimas de alegría recibir un año con buena voluntad y esa mujer, a penas del 1 para el 2 nos cambió toda la vida, nos cambió nuestro pedacito de paraíso de Combate nos convirtió en un infierno. O sea, ha sido bien fuerte no solo emocional, económicamente bien fuerte“, contó entre lágrimas.

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Al momento, Marrero se encuentra buscando donaciones y solicitando ayuda para levantar por completo su negocio. Incluso, solicitó una línea de crédito de $250 mil y ya logró reabrir el segundo piso de su edificio con 15 habitaciones, que ya se encuentra en operaciones mientras aún otros negocios batallan con el pago por parte de los seguros. Marrero detalló que pudo reabrir gracias a la ayuda de un amigo que le prestó el dinero, y al cual ya le pagó.

En el caso de Marrero, tres cuartas partes de su negocio se perdieron. Aún así, aseguró que su amplia trayectoria y conocimiento en el sector le permitieron poner manos a la obra de inmediato. “Abrimos una cuenta de GoFundMe y ha sido, pues, paso a paso, pero seguimos porque las líneas escrito hay que pagarlas, esos préstamos hay que pagarlos“, indicó.

Bertothy contrató un abogado para el resto del proceso judicial, del cual Marrero espera que cumpla 20 años en prisión.

“Esa mujer no mostraba ningún tipo de arrepentimiento. Ella estaba allí como si estuviera descansando en un día de turista. O sea, no me sorprendió, pero como quiera, me hace pensar todavía qué pasó por la mente de esa mujer. […] La noté fría, como si nada, riéndose estaba y todo. Es una fresca, es una joyita […] para mí, que le caiga todo el peso de la ley para que respete a los puertorriqueño“, añadió.